Hay muchos factores (la hiperpalatabilidad de los alimentos, los estilos de vida de alto estrés y la desinformación confusa) que encabezan la lista. En un nivel puramente social, el deseo de seguir la próxima tendencia es una gran parte del problema.
Cuando se trata de dieta y ejercicio, el ejercicio constante y una dieta saludable mantienen alejados a los médicos (y a la obesidad).
Hacer algo nuevo, interesante y diferente en las redes sociales mantiene a raya a FOMO.
Es la batalla entre FOMO (emocionante) versus comportamientos diarios repetitivos (aburrido).
En realidad, debería ser la batalla entre la frustración (¡mira, una nueva tendencia!) versus la confianza y los resultados (¡sé qué hacer!).
La elección debería ser fácil. Pero el poder del “qué pasaría si” te juega una mala pasada.
“¿Qué pasaría si… la próxima tendencia fuera mejor?”
"¿Y si fuera más eficaz?"
“¿Qué pasa si estoy más saludable?”
Tu corazón sueña con algo mejor, pero tu mente ignora la realidad.
No se cambia de trabajo todos los días. No te mudas a una nueva casa cada semana. No reemplazan a amigos y familiares como los calcetines y la ropa interior.
La coherencia y la estabilidad son una gran parte de lo que conduce a más felicidad y menos estrés. Los anclajes confiables hacen que sea más fácil prosperar en el caos.
Es hora de preguntar:“¿Qué pasa si todas estas distracciones son la verdadera razón por la que estoy estancado y voy en la dirección equivocada?”
Si se viera obligado a seguir un plan durante un año, obtendría mejores resultados, causaría menos estrés y ahorraría muchísimo tiempo que normalmente se desperdicia en su salud.
Creemos que hacer algo nuevo es la parte que falta en la ecuación.
En realidad, los mismos pocos comportamientos saludables (y el progreso con el tiempo) conducen a mejores resultados.
