La conexión entre los hábitos de sueño y la obesidad en los niños

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Los trastornos del sueño son un problema creciente en Estados Unidos. Uno de cada tres adultos estadounidenses no duerme las siete a nueve horas recomendadas por noche, lo que tiene un efecto perjudicial en su salud general (Watson et al., 2015). Una declaración de consenso publicada en el Journal of Sleep Medicine sugiere que muchos niños de cinco a 10 años se están perdiendo a pesar de dormir de 10 a 12 horas por noche (Paruthi et al., 2016). Al igual que ocurre con los adultos, un sueño subóptimo parece aumentar el riesgo de que los niños sufran una variedad de problemas de salud. De estos problemas de salud relacionados con el sueño, la obesidad infantil es un problema cada vez más preocupante...

Schlafstörungen sind in Amerika ein wachsendes Problem. Jeder dritte amerikanische Erwachsene erhält nicht die empfohlenen sieben bis neun Stunden Schlaf pro Nacht, was sich nachteilig auf seine allgemeine Gesundheit auswirkt (Watson et al., 2015). Eine Konsenserklärung veröffentlicht in der Zeitschrift für Schlafmedizin deutet darauf hin, dass viele Kinder im Alter von fünf bis zehn Jahren trotz 10 bis 12 Stunden Schlaf pro Nacht zu kurz kommen (Paruthi et al., 2016). Wie bei Erwachsenen scheint ein nicht optimaler Schlaf das Risiko von Kindern für eine Vielzahl von Gesundheitsproblemen zu erhöhen. Von diesen schlafbezogenen Gesundheitsproblemen ist Fettleibigkeit bei Kindern ein zunehmend besorgniserregender …
Los trastornos del sueño son un problema creciente en Estados Unidos. Uno de cada tres adultos estadounidenses no duerme las siete a nueve horas recomendadas por noche, lo que tiene un efecto perjudicial en su salud general (Watson et al., 2015). Una declaración de consenso publicada en el Journal of Sleep Medicine sugiere que muchos niños de cinco a 10 años se están perdiendo a pesar de dormir de 10 a 12 horas por noche (Paruthi et al., 2016). Al igual que ocurre con los adultos, un sueño subóptimo parece aumentar el riesgo de que los niños sufran una variedad de problemas de salud. De estos problemas de salud relacionados con el sueño, la obesidad infantil es un problema cada vez más preocupante...

La conexión entre los hábitos de sueño y la obesidad en los niños

Los trastornos del sueño son un problema creciente en Estados Unidos. Uno de cada tres adultos estadounidenses no duerme las siete a nueve horas recomendadas por noche, lo que tiene un efecto perjudicial en su salud general (Watson et al., 2015). Una declaración de consenso publicada en elRevista de medicina del sueñosugiere que muchos niños de cinco a diez años pierden entre 10 y 12 horas de sueño por noche (Paruthi et al., 2016). Al igual que ocurre con los adultos, un sueño subóptimo parece aumentar el riesgo de que los niños sufran una variedad de problemas de salud.

De estos problemas de salud relacionados con el sueño, la obesidad infantil es un punto de creciente preocupación.

El sueño es un momento "programado" para la recuperación de nuestros biorritmos humanos, lo que permite el crecimiento y la reparación de los tejidos. Las altas tasas de actividad hormonal durante el sueño ayudan a regular una variedad de procesos fisiológicos que afectan el crecimiento, la cognición y el comportamiento. Cuando el sueño se ve afectado, también lo hacen todos los anteriores. Dado el ritmo al que crecen el cerebro y el cuerpo de los niños, la falta de sueño puede alterar el proceso de desarrollo.

La investigación sobre cómo este trastorno puede contribuir al aumento de las tasas de obesidad ha producido algunos hallazgos clave:

  • Daten veröffentlicht in der Archiv für Kinder- und Jugendmedizin deutet darauf hin, dass bei kleinen Kindern (0-4 Jahre) ein verkürzter Nachtschlaf mit einem erhöhten Risiko für Übergewicht und / oder Fettleibigkeit verbunden war. Tagesschlaf (Nickerchen) verbesserte das Risiko nicht (Bell und Zimmerman, 2010).
  • Eine Studie veröffentlicht in Pädiatrie zeigten, dass Kinder im Alter von vier bis zehn Jahren mit der kürzesten Schlafdauer viermal häufiger an Fettleibigkeit leiden. Eine kurze und inkonsistente Schlafdauer war auch mit veränderten Insulin-, LDL-Cholesterinspiegeln (Low Density Lipoprotein) und C-reaktivem Protein verbunden (Spruyt et al., 2010).
  • Untersuchungen der Universität von Illinois, Urbana-Champaign, untersuchten Familienroutinen und nachfolgende Gesundheitsergebnisse. Ihre Ergebnisse legen nahe, dass Kinder, die weniger als sieben Stunden pro Nacht schlafen, dreimal häufiger übergewichtig werden. Darüber hinaus war die Wahrscheinlichkeit, dass Kinder von Eltern, die weniger als sieben Stunden Schlaf pro Nacht hatten, 1,3-mal höher waren, übergewichtig. Die Forscher kamen zu dem Schluss, dass Schlaf einer der wichtigsten Frühfaktoren für die Prävention von Fettleibigkeit bei Kindern sein könnte (Jones et al., 2014).

Estos resultados no se limitan a los efectos agudos del sueño sobre la obesidad infantil. Parece que el riesgo de desarrollar obesidad por un sueño inadecuado durante la niñez puede extenderse hasta la edad adulta.

  • Eine Studie mit mehr als 1.000 Menschen in Neuseeland ergab, dass kürzere Schlafzeiten in der Kindheit die Wahrscheinlichkeit von Fettleibigkeit im Alter von 32 Jahren erhöhten (Landhuis et al., 2008).
  • Eine systematische Überprüfung von mehr als 36 Veröffentlichungen veröffentlicht in Fettleibigkeit fanden einen signifikanten Zusammenhang zwischen kurzer Schlafdauer während der Kindheit und lebenslanger Fettleibigkeit (Patel und Hu, 2017).

¿Cómo se relacionan la obesidad infantil y la falta de sueño?

Los investigadores informan que, si bien hay algunos hallazgos importantes, es difícil determinar exactamente por qué y cómo los trastornos del sueño afectan la obesidad infantil. Algunos sugieren que podría ser un fenómeno del “huevo o la gallina”. La incidencia de trastornos del sueño como la apnea del sueño es mucho mayor en niños con obesidad. Sin embargo, los mecanismos comúnmente propuestos por los cuales el sueño afecta la obesidad son similares en adultos y niños.

Desequilibrio hormonal del hambre

Cuando el sueño se ve afectado a cualquier edad, la hormona leptina disminuye significativamente. Esta hormona le indica al cerebro que es hora de dejar de comer. Esta disminución va acompañada de unaaumentaren la hormona grelina, que aumenta la afinidad por los alimentos y conduce a una mayor ingesta de calorías (Tehri et al., 2004).

Costos energéticos reducidos

El sueño inadecuado reduce la temperatura central, lo que contribuye a la fatiga. Los adultos y los niños cansados ​​tienen menos probabilidades de realizar actividad física (Stone et al., 2012).

Aumento de los niveles de cortisol

Se ha observado que un sueño subóptimo puede aumentar drásticamente la hormona del estrés, el cortisol. Las elevaciones crónicas del cortisol se han relacionado con la resistencia a la insulina y el aumento de peso corporal tanto en adultos como en niños (Speigel et al., 2015).

Estos resultados dejan claro que el sueño desempeña un papel en la epidemia de obesidad infantil. Sin embargo, existen medidas proactivas que los padres pueden tomar para mejorar los patrones de sueño de sus hijos.

Limite la tecnología antes de acostarse.Ver televisión inmediatamente antes de acostarse se ha relacionado con una duración deficiente del sueño en los niños (Owens et al., 1999). Los médicos e investigadores suelen recomendar apagar los televisores y otros dispositivos con pantalla al menos 30 minutos antes de acostarse.

Mantenga horarios constantes para acostarse.La fisiología y la psicología de los niños responden bien a la rutina. Acostarse y despertarse a la misma hora todos los días ayuda a crear un ciclo óptimo de sueño/vigilia (Blader et al., 1997). Con limitaciones de tiempo externas cada vez mayores (escuela y otras actividades), es importante que los padres y educadores evalúen el propósito de estas demandas de tiempo. Si bien los niños necesitan aprender a aplicar rigor en diferentes disciplinas, también es importante que se les dé tiempo para el juego físico y la relajación.

Utilice el sentido común.Recuerde que un buen sueño nocturno es óptimo cuando los niños se acuestan tranquilos. Cualquier actividad altamente estimulante antes de acostarse contradice este objetivo. Considere diversas medidas y rituales que se pueden realizar antes de acostarse y que favorecen el descanso y la relajación.

Incluso si hacemos nuestro mejor esfuerzo como padres, todavía tomaremos un vaso de agua y buscaremos monstruos debajo de la cama a las 2 a.m. Sin embargo, si reconocemos la importante relación entre el sueño de los niños y su salud, podemos tomar medidas para hacer del descanso nocturno un momento para recargar energías de una vida joven feliz y saludable.

Lista de referencias

Bell, JF y Zimmerman, FJ (2010). Reducción de la duración del sueño nocturno en los primeros años de vida y posterior obesidad en los niños.Archivos de Pediatría y Medicina del Adolescente164, 9.

Blader, JC (1997). Problemas de sueño en niños de escuela primaria: una encuesta comunitaria.Archivos de Pediatría y Medicina del Adolescente151, 5, 473.

Jones, BL y Fiese, BH (2014). Rutinas de los padres, rutinas de los niños y datos demográficos familiares asociados con la obesidad entre padres y niños en edad preescolar.Límites en psicología, 5.

Landhuis, CE et al. (2008). Tiempo de sueño infantil y riesgo de obesidad a largo plazo: un estudio de cohorte de nacimiento prospectivo de 32 años.Pediatría122, 5, 955-960.

Owens, J. y col. (1999). Hábitos televisivos y trastornos del sueño en escolares..Pediatría104, 3.

Paruthi, S. y col. (2016). Cantidad de sueño recomendada para poblaciones pediátricas: declaración de consenso de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño.Revista de medicina clínica del sueño12, 06, 785-786.

Patel, S. R. y Hu, FB (2008). Duración corta del sueño y aumento de peso: una revisión sistemática.obesidad16, 3, 643-653.

Spiegel, K. y col. (2004). Los niveles de leptina dependen de la duración del sueño: relaciones con el equilibrio simpatovagal, la regulación de los carbohidratos, el cortisol y la tirotropina.La Revista de Endocrinología Clínica y Metabolismo89, 11, 5762-5771.

Spruyt, K., Molfese, DL y Gozal, D. (2011). Duración del sueño, regularidad del sueño, peso corporal y homeostasis metabólica en niños en edad escolar.Pediatría127, 2.

Stone, MR, Stevens, D. y Faulkner, GE (2013). Mantener el sueño recomendado durante toda la semana se asocia con una mayor actividad física en los niños.Medicina preventiva56, 2, 112-117.

Taheri, S. y col. (2004). La duración corta del sueño se asocia con una disminución de la leptina, un aumento de la grelina y un aumento del índice de masa corporal..Medicina PLoS, 1, 3.

Watson, N. F. et al. (2015). Cantidad de sueño recomendada para un adulto sano: declaración de consenso conjunta de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño y la Sociedad de Investigación del Sueño.Revista de medicina clínica del sueño, 11, 06, 591–592.

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