La aparición temprana de diabetes infantil, particularmente diabetes tipo 2, se está convirtiendo en un problema de salud creciente en los Estados Unidos. Actualmente, se estima que 100 millones de estadounidenses tienen diabetes o corren un riesgo extremo de desarrollar diabetes (prediabetes). Además, se estima que 132.000 de estos casos fueron diagnosticados en niños y adolescentes menores de 18 años (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, 2017).
En el pasado, los niños diagnosticados con diabetes tenían con mayor frecuencia diabetes tipo 1 dependiente de insulina, causada por una enfermedad autoinmune que afecta la capacidad del cuerpo para producir insulina. Por el contrario, la diabetes tipo 2 se denomina tradicionalmente “de inicio en la edad adulta” porque su prevalencia está fuertemente influenciada por la dieta, el nivel de actividad y los factores relacionados con el estilo de vida.
Actualmente, la diabetes tipo 2 está creciendo en adolescentes y adolescentes a un ritmo de aproximadamente 5.000 nuevos casos por año (Lawrence et al., 2014), y el diagnóstico de diabetes tipo 2 en esta población ha aumentado en más de un 30% en los últimos 10 años (Dabelea et al., 2014).
Parece que las crecientes tasas de diabetes tipo 2 en niños pueden ser otro problema de salud que surge de la epidemia más amplia de obesidad infantil. La inactividad física, la mala alimentación y el exceso de grasa corporal se han identificado como factores de riesgo de diabetes tipo 2 tanto en adultos como en niños (Copeland, 2011). Niños de 85 añosthLos percentiles de IMC o superiores tienen más de cuatro veces más probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 (Abbasi et al., 2017). Actualmente esto representa aproximadamente uno de cada tres niños (Ogden et al., 2014).
Los mecanismos detrás de la diabetes tipo 2
Uno de los principales mecanismos detrás de la diabetes tipo 2 parece ser una disminución de la sensibilidad a la insulina (Hannon y Arslanian, 2015). Cuando los tejidos y las células pierden sensibilidad a la insulina, se daña la infraestructura metabólica que ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre. Cuando el nivel elevado de azúcar en sangre se vuelve crónico, provoca una variedad de complicaciones médicas agudas y longitudinales. Los factores de riesgo enumerados en el párrafo anterior contribuyen significativamente a una reducción de la sensibilidad a la insulina (Copeland et al., 2011).
Las complicaciones médicas debidas a la diabetes tipo 2 incluyen microalbuminuria, hipertensión, enfermedad renal, dislipidemia y neuropatía. Los síntomas avanzados de estas complicaciones generalmente ocurren aproximadamente 10 años después del diagnóstico (Hannon, Arslanian, 2015). Esto podría aumentar significativamente el riesgo de morbilidad y mortalidad en los años más productivos de la vida, a medida que los niños crecen para incorporarse a la fuerza laboral y formar familias. También prolonga la carga física y financiera de la enfermedad.
Cómo reducir el riesgo de que un niño desarrolle diabetes tipo 2
Un aumento en la prevalencia de diabetes tipo 2 en niños claramente tiene implicaciones futuras para la fuerza laboral y el sistema de salud del país, así como para la salud y la felicidad de las personas. La buena noticia es que hacer cambios fundamentales en el estilo de vida puede reducir significativamente el riesgo de que un niño desarrolle diabetes tipo 2 y las complicaciones de salud asociadas.
Para abordar esta preocupante tendencia, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (2017) hacen varias recomendaciones:
- Ersetzen Sie den Konsum von zuckerhaltigen Getränken durch Wasser
- Iss mehr Obst und Gemüse
- Beziehen Sie Kinder in die Zubereitung gesunder Mahlzeiten ein
- Essen Sie am Tisch statt vor dem Fernseher oder einzeln in einem Raum
- Bringen Sie Kindern Lebensmitteletiketten bei
- Als Familie zusammen essen
- Kleinere Portionen servieren
- Erleichtern Sie täglich 60 Minuten Aktivität
- Kinder in den Sport einbeziehen
También se recomienda que los padres hablen con sus pediatras sobre los riesgos de desarrollar diabetes tipo 2 para que una acción temprana pueda detener la progresión de la enfermedad.
Si tomamos medidas para crear una cultura de bienestar en el hogar apoyando y demostrando hábitos saludables, podemos aumentar la probabilidad de que nuestros hijos se conviertan en adultos felices y saludables.
Referencias
Abbasi, A. y col. (2017). Índice de masa corporal y diabetes tipo 1 y tipo 2 incidente en niños y adultos jóvenes: un estudio de cohorte retrospectivo.Revista de la Sociedad Endocrina,15 (524-537).
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (2017). Informe Nacional de Estadísticas de Diabetes, 2017. Atlanta, Georgia: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU.
Copeland, KC y cols. (2011). Características de los adolescentes y adolescentes con diabetes tipo 2 de reciente aparición: la cohorte TODAY al inicio del estudio.La Revista de Endocrinología Clínica y Metabolismo96, 1, 159-167.
Dabelea, D. et al. (2014). Prevalencia de diabetes tipo 1 y tipo 2 en niños y adolescentes de 2001 a 2009.Revista de la Asociación Médica Estadounidense,311, 17, 1778–1786.
Hamman, RF y cols. (2014). El estudio SEARCH para la diabetes en jóvenes: justificación, resultados y direcciones futuras.Tratamiento de la diabetes37, 12, 3336-3344.
Hannon, T.S. y Arslanian, S.A. (2015). La cara cambiante de la diabetes en los jóvenes: lecciones de los estudios sobre diabetes tipo 2.Anales de la Academia de Ciencias de Nueva York,1353113-137.
Lawrence, JM et al. (2014). Incidencia de diabetes entre adolescentes estadounidenses por tipo, raza/etnia y edad, 2008-2009.diabetes63 (Suplemento 1), A407.
Ogden, CL et al. (2014). Prevalencia de obesidad entre niños y adultos en los Estados Unidos, 2011-2012.Revista de la Asociación Médica Estadounidense,311, 8, 806-814.
