5 malos hábitos de oficina que pueden enfermarte
Me encanta escribir sobre alimentación y nutrición, pero la microbiología y la seguridad alimentaria también son parte de mi formación para convertirme en nutricionista cualificada, ¡y me encanta hablar sobre gérmenes! Las “enfermedades transmitidas por los alimentos” tal vez no sean el tema más candente, pero son extremadamente importantes. Los gérmenes transmitidos por los alimentos causan la asombrosa cifra de 76 millones de casos de enfermedades en los Estados Unidos cada año, incluidas 325.000 hospitalizaciones y 5.000 muertes. La buena noticia es que se puede prevenir en gran medida. Si es como muchos de mis clientes, es posible que coma principalmente en la oficina, lo que significa que es donde corre mayor riesgo. Éstos son algunos de los errores más comunes que llevan a...

5 malos hábitos de oficina que pueden enfermarte
Me encanta escribir sobre alimentación y nutrición, pero la microbiología y la seguridad alimentaria también son parte de mi formación para convertirme en nutricionista cualificada, ¡y me encanta hablar sobre gérmenes! Las “enfermedades transmitidas por los alimentos” tal vez no sean el tema más candente, pero son extremadamente importantes. Los gérmenes transmitidos por los alimentos causan la asombrosa cifra de 76 millones de casos de enfermedades en los Estados Unidos cada año, incluidas 325.000 hospitalizaciones y 5.000 muertes. La buena noticia es que se puede prevenir en gran medida. Si es como muchos de mis clientes, es posible que coma principalmente en la oficina, lo que significa que es donde corre mayor riesgo. Estos son algunos de los errores más comunes que provocan que te enfermes en el trabajo y qué puedes hacer para evitarlos:
5 hábitos de oficina que pueden enfermarte
No lavarse las manos correctamente
Si usted es un "enjuagador rápido", es posible que esté dejando muchos gérmenes ocultos en sus manos. Si los lava adecuadamente, puede reducir a la mitad el riesgo de enfermarse (o de enfermar a otros). Siempre, siempre, siempre usa agua tibia y jabón y enjabona el tiempo suficiente para cantar dos estribillos de “Feliz cumpleaños” en tu cabeza (unos 20 segundos). Asegúrese de cubrir el frente y el dorso de las manos hasta las muñecas, entre los dedos y debajo de las uñas. Luego séquelo con toallas de papel desechables o una toalla nueva y limpia (no la sucia de la cocina de la oficina que otras personas usan para limpiarse las manos o secar los platos). Estos pocos pasos adicionales valen la recompensa saludable.
No limpies el microondas
He visto algunos microondas de oficina crujientes que parecen zonas de guerra porque nadie se presentó a limpiar. Según una encuesta realizada por la Asociación Dietética Estadounidense, más de la mitad de todos los empleados dicen que el microondas de la cocina de su oficina se limpia sólo una vez al mes o menos, lo que puede dejar salsas secas y salpicadas en las paredes interiores que pueden convertirse en caldos de cultivo para las bacterias. Por más asqueroso que parezca, haga que sus compañeros de trabajo organicen una fiesta de limpieza para eliminar gérmenes y luego cree un cronograma para mantenerlo impecable (como un formulario de registro que rota las tareas una o dos veces por semana). Y pídales a todos que juren por su meñique, que cubran sus platos con papel encerado para evitar derrames y que limpien el interior después de cada uso para que los derrames sean fáciles de limpiar.
La nevera de la libertad
La mayoría de los refrigeradores de oficina son impredecibles: nadie sabe qué pertenece a quién ni cuánto tiempo lleva allí. Y esa es una receta para el desastre. No puedes ver, oler ni saborear las bacterias que pueden enfermarte, por lo que una prueba de olfateo o un gesto de "me parece bien" no te impedirá tragar un bocado de gérmenes. La solución: establezca cuatro reglas de Safe Fridge. En primer lugar, todo lo que entra debe fecharse con un rotulador. En segundo lugar, todo debe estar en un recipiente sellado (es decir, bolsas Rubbermaid o Ziploc, no alimentos “sueltos” que gotean). En tercer lugar, una vez a la semana se deben desechar todos los alimentos perecederos que no se hayan consumido. Por último, el frigorífico también conviene limpiarlo una vez a la semana, lo que implica sacar todo lo que hay dentro y limpiar el interior con agua tibia, vinagre y bicarbonato de sodio. Publique un formulario de registro y conviértalo en un trabajo para dos personas. Es una excelente manera de ponerse al día con un colega mientras hace algo súper productivo. Ah, y asegúrese de que la temperatura del refrigerador esté por debajo (no en) 40 °F. Las temperaturas entre 40 y 140 grados (sí, incluso los 41 grados) están en la "zona de peligro", las temperaturas a las que las bacterias se multiplican como los conejos.
No lave la vajilla de oficina antes de usarla
Una vez tuve una reunión improvisada con un colega en la cocina de la oficina. Mientras hablábamos, sacó una taza del armario, la llenó con agua caliente y jadeó cuando estaba a punto de dejar caer una bolsita de té en ella. Su taza estaba llena con restos de cereal; aparentemente, quien lo usó por última vez le dio un enjuague rápido antes de volver a guardarlo (lo sé, asqueroso, ¿no?). Lección: Incluso si crees que tus compañeros de trabajo son un grupo bastante limpio y concienzudo, nunca se sabe. Las personas están ocupadas o cansadas y es posible que no froten los platos, vasos o cubiertos comunitarios con tanto cuidado como cabría esperar. Vaya a lo seguro y lave siempre todo usted mismo.
La esponja municipal
Bien, cuando se trata de lavar platos en la oficina, casi una de cada tres personas dice que recurre a una “esponja comunitaria”. Pero esa esponja húmeda y sucia puede infectarse de bacterias, y simplemente enjuagarla con agua tibia no servirá de nada. En su lugar, utilice toallas de papel y agua caliente con jabón. ¡Es la mejor manera de matar a estos pequeños para que la intoxicación alimentaria no arruine tus planes para la noche o el fin de semana!
Cynthia Sass es dietista registrada con maestría en ciencias de la nutrición y salud pública. Se la ve con frecuencia en la televisión nacional y trabaja como editora de SHAPE y nutricionista para los New York Rangers y los Tampa Bay Rays. Su último bestseller del New York Times es ¡Cinch! Conquista los antojos, baja kilos y pierde centímetros.